Encinares de Sanlúcar
Vivienda entre encinas
Arquitectura que habita los claros del bosque
El proyecto nace del diálogo respetuoso con el entorno. En una parcela poblada de encinas centenarias, la vivienda se fragmenta en volúmenes independientes que se insertan entre los árboles, sin alterar su posición original. La implantación se resuelve desde el vacío: el proyecto no ocupa el espacio, lo revela.
Cada volumen se adapta a los claros naturales del terreno, generando una secuencia de patios, sombras y aperturas que tejen una relación continua entre interior y exterior. Las estancias se orientan estratégicamente para enmarcar fragmentos del paisaje: un árbol, una lámina de agua, una línea de horizonte. Cada estancia es un lienzo donde se encuadra el paisaje exterior.


Cada estancia es un lienzo del exterior
Los volúmenes blancos, de líneas puras y geometría precisa, contrastan con la textura cálida de la madera y el verde intenso de las copas. La luz se filtra a través de celosías y grandes ventanales que amplifican la sensación de continuidad espacial.
La piscina y la tarima exterior actúan como extensión natural de la zona de día, creando un ámbito de convivencia en torno a la sombra de una de las encinas principales, que se mantiene como centro vital de la casa.
El resultado es una vivienda serena, contemporánea y atemporal, donde la arquitectura se integra con el paisaje sin imponerse a él. Una casa concebida para habitar la naturaleza desde la calma, la proporción y la luz.


Espacios entre encinas
Respetamos íntegramente todos los árboles, la casa se adapta perfectamente al entorno natural, sin dañar ni interferir con la vegetación existente. Cuidamos cada detalle para asegurarnos de minimizar nuestro impacto en el ecosistema circundante.
Además, diseñamos espacios al aire libre que permiten una convivencia armoniosa entre los árboles y los residentes. Nuestra casa es un ejemplo de cómo la arquitectura puede coexistir con el entorno de manera responsable y consciente.







